domingo, 1 de mayo de 2011

Llegamos a 1º de la ESO.

Llegamos a 1º de la Eso, creemos que va a cambiar todo. Dormimos intranquilos la última noche de vacaciones. Pensamos:
"Mañana será otro curso, descubriremos quienes siguen y quienes se quedaron en 6º, creo que se acabará el sufrimiento"
Me he levantado contenta. Llevo la falda de la ESO, lo malo es que es muy larga, y me llega por debajo de las rodillas. No importa, nadie se dará cuenta. ¿Maquillaje? ¡No por dios! tengo doce años no dieciséis.
Son las 7:30 de la mañana y voy al colegio, espero que alguien se me acerque y me hable, con un sencillo “hola”, tengo.
Ya he llegado, bajo del coche, un siete plazas, primero una pierna y luego la otra, como todo el mundo. Tengo miedo, bueno, no es miedo, es más bien nervios, ¿qué hago? ¿Qué tengo que decir? ¿Tengo que comportarme de una forma determinada o tengo que ser como siempre? Pienso: si me comporto igual que antes, tendré problemas de amistad, en cambio, si me comporto de una forma nueva, no pasará nada, o eso espero. Tengo a Francki, a Marc, a Phil… a nadie más de momento. Me cambian de clase, mejor dicho, nos mezclan a todos. Llegué, vi nada más una niña en la rotonda, que había llegado a la misma vez que yo. ¿Dónde está todo el mundo? Me dio un beso para saludarme, en mi vida había hecho eso para saludar.
-Hola… -no me sabía ni su nombre- ¿qué tal? ¿Nerviosa? Yo un montón…
No me contestaba con palabras, solo movía su pelo rubio y su cara se movía de arriba a abajo asintiendo.
La Madre Concha, nos dijo que bajáramos al patio de secundaria, que ya habían llegado muchos niños. Y nosotras, bajamos las escaleras tan panchas…
Llegué y lo primero que oí fue:
- Jesús, mira como lleva la falda Samira… que anti-moda la niña…
De tener una sonrisa pasé a tener una cara triste. Tenía ganas de llorar, o encerrarme en el baño y no salir de ahí. Pero soy una chica mayor y no me deben afectar los comentarios del resto. Sigo caminando y veo a Francki, que alegría me entró, pero espera un momento… ¡¡¡lleva pantalones!!! ¿Qué clase de niña lleva pantalones al colegio cuando todas las niñas llevan falda?
Le di un abrazo enorme, no la había visto en todo el verano.
-¡Francki! ¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo, es un record! ¡Que no se repita eso de no vernos en el verano!!!
-Sí Sami, tranquila, este verano no he podido salir por un problema que tuve… los siento- me contestó ella con un aspecto muy triste.
-Francki, ¿Estás bien?
-Sí tranquila… estoy genial.
-Sí, y yo soy Sahi-maki (una artista famosa del momento) tía, no en serio cuéntamelo.
- Vale, ven.- dijo apartándose del grupo.
Yo fui detrás de ella.
-Dime…
-Mira, ¿tú te acuerdas que en 4º te presenté a mi abuelo Col?
- Sí, es súper simpático.
-Era…
-¿Era?
-Sami, mi abuelo murió hace dos meses, a principios de verano.
¡Ay mi madre! No sabía qué hacer, ni que decir. Francki estaba llorando, y yo con la boca tan abierta que casi me entra una mosca. Primera situación que tengo con este tema. La verdad es que no sabía cómo comportarme… Al final me animé:
-Cuanto lo siento, pero Francki, las personas van y vienen, toda persona tiene un final. De todas formas, tranquilízate y olvida el tema.
Me sonrió, o al menos creo que era una sonrisa… Le agarré del brazo y le tiré hacia mí. Encontramos a Max y a Robert, que estaban juntos. Robert es otro chico de nuestro grupo, solo que mi relación con él, no es tan buena como con el resto. Mejor dicho: no nos llevamos casi nada.
-¡Hola Max!- le dijimos Francki y yo súper coordinadas.
-¡Hola Sami! ¡Hola Francki!- nos contestó.
-¿Qué tal ese verano?- dije.
-Bien, me fui a Finlandia como siempre.
-¿En serio?- le dije irónicamente.
-Jajaja que graciosa Sami…
- ¿Y tú Robert?- le pregunté al ver su cara de “yo aquí no pinto nada”
-Pues bien… un poco tostón por tener que cuidar a mi hermana y eso. Me fui a Golonda y a…
Le interrumpí antes de que siguiera.