viernes, 11 de mayo de 2012

Ya preparado el desayuno, cuando iba a llevarlo a la mesa; sentí unas manos que acariciaban mi espalda llegando hasta el centro de mi barriga. Giré la cabeza y allí estaba él, abrazándome.
-Muchas gracias Sami, tiene muy buena pinta-dijo mientras me abrazaba.
-Gra...Gracias...-dije sonrojada y a la vez algo vergonzosa.
Me sonrió, cogió la bandeja y se encargó de llevarla a la mesa. 
-Tengo que ir al baño, ahora vuelvo- le dije más avergonzada aún.
Salí de aquella habitación lo más rapido que pude y entré en el cuarto de baño con un profundo pensar en mi cabeza,
Me miro al espejo. Que guapa soy. Pero a lo que iba, ¿querrá algo conmigo mi profesor de sociales?No. No puede ser, ¡es mi profesor!. Relájate Sami... Tú sabes comportarte en situaciones como estas... ya has tenido novio y ya has hecho lo que tenías que hacer con él. Pero... ¿y si ocurre algo que no tiene que ocurrir?

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