miércoles, 1 de agosto de 2012

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¿Pero que estoy haciendo? Quítate Samira, aléjate de él! -Ai!- grite mientras me giraba con las manos sobre mi cabeza- ¿qué estoy haciendo? Él apartó la mirada. Se le notaba algo confuso y un poco más distante a pesar de lo que había pasado. -Perdón, necesito respirar, me voy al baño-salí de la habitación sin mirar hacia detrás en ningún momento. Tenía que pensar. Después de eso ¿podía quedarme allí? CONFUSIÓN. Solo confusión en mi cerebro. ¿Es cosa mía o disfrutó? Da igual, tengo que salir de aquí y hablar con él. Me acerco a la puerta e intento abrirla. No se abre, la puerta no se abre. Estoy empezando a alterarme. Tengo claustrofobia. -Socorro! La puerta no se abre! Por mucho que grite... no me responde nadie. Repito mi grito, pero aún así... Tras cinco minutos de agobio, vuelvo a intentarlo: -Socorro! La puerta no se abre!-esta vez, con más fuerza. -¿Samira? -Juan, por favor, se ha quedado la puerta trabada, ¿me ayudas? -¿Has probado a girar el fechillo? Mi mirada se fue directa a la cerradura. Definitivamente, soy idiota. EL fechillo estaba impidiendo que la puerta se abriera y por ese motivo había sufrido durante diez minutos encerrada en un baño claustrofóbico. Giro el pestillo, abro la puerta, salgo y bajo la mirada sonrojada antes de mirar la cara de Juan. Aunque no hacía falta mirarle para saber que se estaba riendo, sobresaltaban sus carcajadas.

sábado, 19 de mayo de 2012

Diversos sentimientos recorrieron mi cuerpo. ¿Pero que estoy haciendo? Es mi profesor de sociales. Pero... De todas maneras me encanta... Es como besar a un chico por el que llevas enamorada mucho tiempo. Nuestros labios se fueron separando poco a poco. Tenía ganas de mas pero eso no podía ser. Sabiendo que era mi profesor de sociales, esto era algo impensable. Nuestros labios ya están separados completamente. Sigo con los ojos cerrados, no quiero mirarle. Solo quiero seguir lo que habíamos empezado. Te quiero Juan, eso seria lo mas difícil de decir. -Perdona Juan...-dije con los ojos ya abiertos. Tras mis palabras, otro beso surgió de nuestros corazones. Poco a poco fuimos acercándonos a la habitación

viernes, 18 de mayo de 2012

El ruido de mi teléfono movil le interrumpe.
-Perdona Juan. Debo cogerlo,  ahora seguimos hablando ...
-no pasa nada Sami, ahora hablamos- me respondió guiñando un ojo.
No me llamaban, pulse la tecla del reproductor para salir de aquella situación tan embarazosa. Y como hice que sonara el teléfono, debo fingir una conversación telefónica.
Durante quince minutos estuve hablando con "Franqui" en una conversación que nunca ha existido.
-Ya he terminado de hablar- dije abriendo la puerta del baño que estaba media entornada.
¡Que fallo! No debería haber cometido ese error... ¡Estaba en calzoncillos!
ME miró sonrojado. Yo me sonrojé más.
-Me parece que no es buen momento para acabar la conversación- dije para intentar romper el hielo.
-Te equivocas, es el momento perfecto- respondió dando unos pasos hasta colocarse enfrente mio.
-No creo que sea buena idea....
-Sami, te...
Antes de que acabara cerré mis ojos, y sentí su respiración cercana a mis labios. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Y antes de un cantar de gallo, mis labios se unieron a los suyos.

jueves, 17 de mayo de 2012

Samira, tienes un cuerpo excelente y una belleza que impresionaría a cualquiera. Si yo fuera un tío, ya me habría acostado contigo. Eso era lo que me decía mi amiga Francki siempre. Pero ahora soy yo la que me lo digo, aquí delante de este espejo. Es la última vez que digo que digo que soy fea. A partir de ahora, soy guapa y soy la chica con mejor cuerpo de todo el colegio.
Tras lavarme la cara, salgo del baño y entro en la cocina. ¡No puede ser! ¿Qué hace aquí la profesora de naturales? No serán... no. La profe de naturales tiene novio... Pero... ¿y si él era su novio? No. Samira, relájate, entra y saluda. No, mejor no, "mientras nadie lo sepa, no habrá ningún problema" recuerdalo. Pero... y si él ya se lo contó...
Me asomo a la puerta y escucho la conversación:
-Juan, perdona por venir a esta hora... pero mi móvil se perdió y no puedo llamar al colegio para avisar que no podré acudir hoy. Así que como vivo aquí al lado, vengo para que informes a la recepcionista.
-Vale, pero llego tarde así que si no te importa...
-Claro, nos vemos mañana.
Me escondo rápidamente y veo como la profesora de naturales sale del piso.
Entro en la cocina:
-Juan, casi me ve- dije avergonzada una vez más por la situación.
Me miró con esa sonrisa perfecta. Estaba sin camisa e inevitablemente, miré su torso desnudo. No cabe duda de que está bueno... ¿pero que estoy diciendo? es mi profesor...
-No hubiera pasado nada- me respondió sonriendo
-Vale... ¿Desayunamos?
-Como no.
Me senté y empezamos a desayunar.
-Sami...
Se me va a declarar... lo sé... No. Es mi profesor... ¿Cómo va a pasar eso?
-Dime...
-Pues... quería saber... cómo te va en el colegio...
-Pues a pesar de que quedan un par de días para que acabe el curso... bien.
-Me alegro... y... ¿el amor?
Que pregunta más inesperada. ¿Le digo que soy una fresca que se enrolla con cuatro o cinco cada vez que sale?No... no sería apropiado...
-Pues... ahora mismo estoy libre... corté con mi ex hace unos meses...
-Me alegro- respondió inesperadamente.
-¿cómo?
-Nada... perdona... no quería decir... nada.
Esta vez me he sonrojado demasiado. Me levanto disculpándome con la cabeza y me dirijo nuevamente al baño.
Entro al baño pero no cierro la puerta. Abro el grifo y me mojo la cara.
-Samira... perdoname... no quería ofenderte...
Miré hacia la puerta, era Juan. Le miré a los ojos y sonreí.
-No pasa nada. Cualquiera se equivoca.
Juan baja la cabeza y respira hondo.
-Pero Sami... la verdad es que...te...

viernes, 11 de mayo de 2012

Ya preparado el desayuno, cuando iba a llevarlo a la mesa; sentí unas manos que acariciaban mi espalda llegando hasta el centro de mi barriga. Giré la cabeza y allí estaba él, abrazándome.
-Muchas gracias Sami, tiene muy buena pinta-dijo mientras me abrazaba.
-Gra...Gracias...-dije sonrojada y a la vez algo vergonzosa.
Me sonrió, cogió la bandeja y se encargó de llevarla a la mesa. 
-Tengo que ir al baño, ahora vuelvo- le dije más avergonzada aún.
Salí de aquella habitación lo más rapido que pude y entré en el cuarto de baño con un profundo pensar en mi cabeza,
Me miro al espejo. Que guapa soy. Pero a lo que iba, ¿querrá algo conmigo mi profesor de sociales?No. No puede ser, ¡es mi profesor!. Relájate Sami... Tú sabes comportarte en situaciones como estas... ya has tenido novio y ya has hecho lo que tenías que hacer con él. Pero... ¿y si ocurre algo que no tiene que ocurrir?

miércoles, 9 de mayo de 2012

Ya es de día, ¿donde estoy?. Esto no es mi casa... Que dia es... Me giro lentamente y mi primera vista me impresiona; tengo un hombre sin camisa durmiendo al lado mio... ¿Ha pasado algo que no debia de pasar? No, un momento... se parece a... ¡JUAN! Ya me acuerdo... por desgracia nada ha sido un sueño. Hoy es martes y quedan tres días para que acabe el curso.
<<RIiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing>>- Acaba de sonar el despertador... deben ser las siete o las seis de la mañana.
Oí un ruido de un bostezo.
-Buenos días Samira.
-Buenos días Juan. ¿Dormiste bien?
-Fantásticamente ¿y tu?
-Bastante bien... ¿ Desayunamos?
-Vale ¿lo preparo?
-Pues si quieres...
-En seguida.
Me levanté sin darme cuenta de que el pantalón estaba con la parte de las piernas remanadas y parecían una bragas. En seguida me di cuenta, le miré a los ojos y me sonrojé. Después de una larga risa de ambos, me dirigí a la cocina.
Saque tazas, leche, cafe, tostadas y mantequilla y preparé un desayuno muy apetitoso.

miércoles, 25 de abril de 2012

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Llegamos a la habitación... más bien, yo llegue a la habitación y él desapareció mientras caminábamos hacia ella. Saqué mi pijama de una de las bolsas y empecé a quitarme la camisa tras ver que él no entraba en la habitación. Me puse la camisa del pijama y a continuación, hice lo mismo con los pantalones.
-Samira, ¿ya estás vestida?
-Sí Juan, estoy lista para irme a la cama, solo me falta lavarme los dientes. A ello voy.
-Vale.
Me dirigí al baño que está en la misma habitación y comencé a lavarme los dientes. A mi lado se oyeron pasos, de los que me olvide al empezar a tatarear aquella canción que sonaba en mi cabeza desde que teníamos tres años.  Acabé de lavarme los dientes y miré hacia la habitación. Mi primera visión fue una espalda desnuda intentando ponerse una camiseta. Mire hacia otro lado. Cuando supuse que se había terminado de poner la camiseta, volví a mirar asegurándome primeramente de que no cometía ningún error. Correcto, no hay monos en la costa. Al ataque. Caminé hacia mi cama para dejar el neceser con el cepillo de dientes. Me cogí una coleta:
-Me voy a dormir que tengo sueño, cuando acabes apagada la luz- me dijo mirándome la camiseta del pijama de Cállate la boca.
-Espera espera, enseguida termino. y sin pensar un segundo más terminé de atarme la coleta mientras él no paraba de mirarme sin apartar la vista ni un instante.
Me senté en la cama, sabiendo en todo momento que me estaba mirando, y me acosté.
-¿Rezamos? - preguntó tímidamente.
-Claro, casi se me olvida- contesté interesada.
Comenzamos a rezar y antes de acabar, mis ojos se cerraron lentamente.