sábado, 21 de abril de 2012

.

Terminamos de recoger la mesa. Un sueño enorme recorrió mi boca haciéndome bostezar. Me tape la boca para ser educada y pedí perdón. Ocurrió lo mismo de siempre. "no tienes que pedir perdón por todo".
-¿Tienes sueño no?
-Si, un poco... Pero no me puedo perder los protegidos... ¿Me dejas verlo?
-¿Los protegidos? No sabía que lo vieras... Nunca he sabido de que va... Si quieres lo vemos juntos.
-Vale muchas gracias.
-¿Es qué no recuerdas lo que te he repetido cuando cenábamos?
-Si, no volveré a dar las gracias si no es necesario.
-Así me gusta- dijo riéndose.
Estaba avergonzada. Era la primera vez que sentía tanta confianza con una persona... Es como si fuera parte de mi, esa parte donde guardas los sentimientos que no quieres contar a nadie... Era extraño, demasiado extraño...
-¿Es en Antena 3 verdad?
-Si, pero todavía no empieza... falta media hora...
-¿Qué hacemos mientras?
-No se... lo que quieras...
-Juguemos a algo- dijo guiñándome un ojo.
-¿Jugar? Tengo 13 años para 14... ya no juego...
-No digas eso. Ahora que eres pequeña, quieres ser mayor y cuando lo seas... desearás tener de nuevo 14 años.
Tenía razón. Y para colmo, me estaba convirtiendo en los monos titiriteros de mi curso. Que decepción conmigo misma. ¿Realmente valía la pena lo que pensaba? ¿Era realmente mayor para eso? No. No. Lo se. Tengo la edad que tengo y son 13 años, y si quiero seguir siendo una niña. Seguiré siéndolo  y ningún mono titiritero me va a hacer cambiar de pensar. Es mi vida. Son mis sentimientos. Y es la forma de ser que yo quiero, no la que me digan.
-Bueno... ¿Y a qué jugamos?
-Pues... ¿como se llama ese juego que jugáis vosotras en las fiestas de pijamas? Es que lo he visto en una película pero no recuerdo bien...
-¿Verdad o atrevimiento?
-Pues sí debe ser...
-Pero para eso tienes que tener mi edad  y saber guardar secretos como si fueran tu vida...
-Ah, pues entonces déjalo... porque tengo algunos años más que tú...
-¿Y si jugamos a veo veo?
-¿En serio?
-Sí, hace tiempo que no juego...
-Esta bien.
-Empiezo.
Y durante quince minutos jugamos a Veo Veo. Gané yo, ya que adrede buscaba cosas que estuvieran a poca visión.
-¡Ya empieza!- dije gritando mientras miraba el reloj.
Rápidamente cogió el mando a distancia y puso A3 en la televisión. Justo estaba empezando ya la recapitulación.
Empecé a verlo  y un rato más tarde... las luces se habían apagado y no oía ni sentía nada...
-Sami...       Sam...    Samira.... -oía una voz suavemente en mi oído pero no sabía exactamente quién era.
Abrí los ojos lentamente y vi unos perfectos ojos mirándome. Tenía la sensación de haberme quedado dormida.
-Samira, te has quedado dormida en el sofá y te he tumbado para que no tuvieras luego problemas con el cuello o algo- me dijo la voz de un hombre.
-¿Qué?- respondí a duras penas...
-Que te has quedado dormida.
-¡AI!
Me levanté rápidamente y volví a las composturas normales.
-Lo siento... quiero decir... nada. no debería haberme dormido... y menos sobre ti...
-No te has dormido sobre mi, te has dormido sentada en el sillón y como no quería que tuvieras mañana tortícolis, te he tumbado con la cabeza sobre mi regazo. Ya han  acabado los protegidos, si quieres vamos a dormir ya.
-Si, ya va siendo hora...-dije mientras me levantaba.
Se levantó y me invitó a pasar yo delante de él para ir a la habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario